Exposición Fotográfica
LAS EDADES DEL VINO
Exposición Fotográfica LAS EDADES DEL VINO, por RAW COLECTIVO FOTOGRAFICO
Desde su inauguración el 31 de octubre, a las 20:00 h, hasta el 30 de noviembre, se puede visitar en la Cervecería-Vinoteca LA PAJARERIA ( Pasaje de San Isidro, Ciudad Real) nuestra exposición , denominada: LAS EDADES DEL VINO.
A lo largo de la cotidianeidad del día pasan desapercibidos objetos, actividades y sensaciones que, simplemente, miramos, realizamos o sentimos. Seguramente, a no ser que seamos unos apasionados, no nos detenemos a pensar en el origen del vino que degustamos, en el proceso invisible para nosotros que ha seguido y, aún menos, en cuál sería una de las múltiples uvas que hicieron posible que ahora esté en nuestra copa. Evidentemente, tampoco reflexionamos en el papel que puede tener todo ello en la creación artística. El doble propósito de esta pequeña exposición fotográfica es, precisamente, poner ante nuestros ojos todo lo que obviamos normalmente sobre el vino y siempre, con la perspectiva artística que nos brinda la fotografía. Cualquier persona, objeto o hecho puede ser génesis de una obra creativa y, además, cobra una especial importancia cuando se utiliza algo tan inherente a esta tierra, como es la uva y el vino.
Las fotografías trazarán la trayectoria de la vida del vino, sus edades. Comienzan con la eclosión, el detalle y los paisajes definidos por la uva, su germen. Seguramente, jamás nos paramos a contemplar con detenimiento una uva o un entorno emparrado, ni cómo la luz o el propio cielo pueden hacerlos diferentes. Del mismo modo, reflejarán los instantes y momentos correspondientes a su recolección, los tipos humanos, las labores realizadas a cortas horas de la mañana, la construcción de encuadres por actividades tan habituales en nuestros áridos campos y cómo personas, frutos y entorno se unen de forma armónica.
Seguirán los momentos de reposo y maduración del mosto, en espacios tan singulares como las bodegas que construyen lugares cuasi monacales, donde la paz, el sosiego y la oscuridad parecen indicar que el mosto duerme para despertar en vino, así como los paisajes dibujados en nuestra geografía manchega, tan típicos, vistos desde la prisa de la carretera. Y todo para llegar al producto final, a la esencia concentrada de sol y de la vida de la uva en una botella, que siempre abrimos inadvertidamente para su disfrute, tanto en la intimidad como con otras personas. Y de nuevo, la fotografía intenta describir sin palabras sensaciones tales como el bodeguero acuna entre sus brazos la botella o como fluyen invisibles las relaciones humanas acompañadas por el líquido vivo que una vez fue tierra, sol y agua.